CAPILLA SANTA MARÍA

7 Septiembre

20,30 h.

Sala de Cámara de Riojafórum

Andoni Mercero, violín

Carlos García-Bernalt, cémbalo

Carlos Mena, contratenor y dirección

Occulta Sphaere

En un contexto socio político tan adverso como las turbulentas y trágicas tres décadas en las que estuvo involucrado el Sacro Imperio Germánico y la mayoría de países europeos en la llamada Guerra de los Treinta Años (1618-1648), nacieron formas estéticas musicales de gran belleza y expresividad. Por un lado la necesidad de que el texto en la música, tanto religioso como profano, fuera expresado de manera excelsa recuperando el ideal griego de la alta oratoria a través de la retórica en el discurso, y por otro el desarrollo técnico de los instrumentos y su consecuente desarrollo de la habilidad técnica por parte de los intérpretes ofrecieron un espacio de creatividad que se vio reflejado tanto en las innovadoras formas musicales como en el modo de tratar los sonidos en el discurso musical.

Tanta actividad innovadora dio como resultado una infinidad de obras musicales compuestas por un importantísimo número de compositores que siendo algunos más conocidos que otros, e incluso algunos totalmente desconocidos en nuestros días, crearon un sustrato de altísima calidad musical que intervino definitivamente en la aparición de un gran genio de la historia de la música como lo fue y es Johann Sebastian Bach. Pero ese sustrato del que Bach bebió, y admiró según sus propias apreciaciones, es tan rico y variado en número de compositores, obras y técnicas de composición que todavía hoy en día mantiene oculta, tanto para el gran público como incluso para músicos especializados, innumerables obras, autores y modos de interpretar. Además la obsesiva actividad, alimentada por el ideal clásico griego, de los compositores del barroco alemán por llegar a la perfección de las formas y del trato de los sonidos y las palabras, les llevaba en muchas ocasiones a dejar semiocultos en las partituras, a veces de manera intencionada y otras veces totalmente inconsciente, mensajes y códigos de interpretación que hacen de esta música un misterioso atractivo para los intérpretes modernos.

Es por ello que “Occulta Sphaera” intenta mostrar un ínfimo número de obras, autores y/o formas que pueden caber en un programa de concierto siguiendo como premisa lo desconocido (Occulta) y lo ideal en la relación música-texto-proporción (Sphaera) que se dio en una época de tanto esplendor musical.

Tanto Nauwach, Krieger, Kittel y Hanff son autores muy poco conocidos en nuestros días, por no decir totalmente desconocidos para la mayoría de amantes de la música barroca. Sin embargo los tres primeros son fundamentales para la historia del lied alemán, ya que recogen el testigo musical del padre de la renovación de la poesía alemana Martin Opitz y ponen música las poesías renovadoras según el ideal barroco que reza que la música ha de estar al servicio del texto. “Jetzt und kömpt die Nacht herbey” es un texto del propio Opitz que oiremos en las versiones de Nauwach y Kittel tratados musicalmente de manera diversa pero en el que se pueden disfrutar de las nuevas normas de la poesía en las que la influencia clásica, claridad y limpieza de estilo son su base. Ésta nueva manera escribir poesía será definitiva décadas más tarde para la aparición de poetas, ya más conocidos, como Goethe, Heine o Hölderlin.

Más conocido es Buxtehude, compositor profundamente admirado por Bach, del que oiremos un preludio poco habitual en las salas de conciertos y que por tanto también permanece de algún modo, oculto a los públicos actuales. De su genial admirador escucharemos la Partita II, BWV 1004, una de las obras culmen de la expresión musical para violín solo. Pero siguiendo el núcleo temático del programa, la interpretación de esta noche de tan bella obra guarda una pequeña sorpresa, la inclusión en la Chaconne de líneas corales basadas en el famoso coral “Christ lag in Todesbanden” (Cristo yacía amortajado) filtradas entre los compases de la obra instrumental. Siguiendo la propuesta de la musicóloga Helga Thoene en su estudio “Tanz oder Tombeau” (Danza o Tumba) en la que analiza obras instrumentales de Bach bajo el prisma de que partían desde una estructura de líneas vocales basadas en melodías de corales que tienen directa relación de numerología con la composición instrumental y que dejaban mensajes ocultos entre líneas, mensajes que pudieran ocultar el reflejo de la más elevada música, aquella que proviene de las platónicas o celestiales esferas musicales y de las que nosotros sólo podríamos atisbar un reflejo de su perfección y absoluta belleza.

Occulta Sphaera

 

“Jetzt und kömpt die Nacht herbey”

J. Nauwach (1595-1630)

 

An die Einsamkeit

J. P. Krieger (1649-1725)

 

Prelude BuxWV 163

D. Buxtehude (1637-1707)

 

Sopra l’aria di Ruggiero “Jetzt und kömpt”

C. Kittel (1603-1639)

 

Partita II, BWV 1004

J. S. Bach (1685-1750)

- Alemande

- Courante

- Sarabande

- Gigue

- Chaconne

 

“Ich will den Herrn loben allenzeit”

J. N. Hanff (1663-1711)